Esto es venta o alquiler.
Tenemos de todos los tamaños y colores: petisos y anchos, grandotes, tipo rugbier o tipo policía. Todos traen un botón de encendido y apagado en la espalda.
Hacés el pedido y en un par de horas te lo llevás, listo para programar y empezar a usar. O podés elegir uno de los que ya tenemos programados. Están nuevos también, sin uso.
Vienen con remera negra y jeans azules, pero los podés vestir como quieras. O maquillarlos. Siempre apagados, por las dudas. No vaya a ser cosa que...
¿Se pueden descontrolar? Sí, son patovicas, a fin de cuentas. Pero no hubo muchos casos. Te los cuento con los dedos de una mano. Casos graves, sí, pero muy pocos. Muy pocos.
Esta industria tiene sus puertas abiertas desde hace décadas. También tenemos empleados de limpieza, albañiles, choferes, profesores particulares... Lo que necesites.
Hoy por hoy, prácticamente no hay reclamos. Con los dedos de una mano te los cuento.
Llevate uno. Probalo tranqui, una semanita. Si no te gusta, lo devolvés.
Tomá, llevate un empleado de limpieza también, para que pruebes.
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