El tipo le puso todo al cero.
Con esa plata, él habría apostado a color o fila. Igual habría hecho saltar la banca.
Parece buen tipo. Pobre. Felisberto no quisiera hacerlo perder, pero así es la vida. En este momento les toca estar en bandos distintos.
Le apunta al 27 y la bolilla cae en el 34.
Misión cumplida.
El casino, afortunadamente, estará proporcionalmente agradecido con él.
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