MIGUELITO

Otra vez está esta piba en la barra, comprando una cerveza como excusa para invitarlo a salir. Miguelito va a rechazarla, pero su insistencia lo anima a encarar a Alejandro. Está seguro de que a él también le gusta. Parece evidente. A fin de cuentas, no cree que lo eche del bar por eso. Y si lo echa, capaz que hasta consigue otro trabajo donde le paguen mejor, aunque seguramente sería más aburrido y con un horario que lo obligaría a madrugar en vez de pernoctar. Miguelito repasa la barra con el trapo, hace tiempo.

Suena su teléfono. Un mensaje de Luna le pide que vaya urgente al hospital. Urgente, repite. Miguelito se acerca a Alejandro, lo abraza por la cintura por primera vez. Le habla suavemente, bastante cerca del oído: le pide permiso para irse, su hermana tiene algún problema, no sabe qué, pero parece grave. Alejandro le permite retirarse, pero le pide que vuelva, a la hora que sea. No importa si el bar está cerrado, él lo va a estar esperando.